martes, 17 de noviembre de 2009

Realimaginario

He sido madre por primera vez y la fotografía ha funcionado como un instrumento para materializar lo que me ha ido sucediendo.

Intentando poner en palabras algo que sentía comencé a sacar fotos de ella, una tras otra, volviéndose un poco obsesivo dicho ritual pude pensar que era una forma de asegurarme que aquello que estaba viendo (de verdad) existía a través de las imágenes que tomaba.
Casi por casualidad recordé tener una muñeca guardada desde que era pequeña, o por lo menos desde que la abandoné pensando que ya no me interesaba.
Hoy me encuentro interesada nuevamente en ella y en mi hija.
Así fué que produje una serie de fotografías de las dos. A la muñeca la vestí con la ropa de mi hija y a mi hija intenté retratarla como a una muñeca, buscando que? Me dí cuenta de que las dos se parecían, en algun lugar de mi cabeza existía una conexión entre ellas. Tiempo después concluí que la conexión de la que se trataba era que yo era "madre", madre como eslabón que las conectaba. Alguna vez una de ellas me sirvió para jugar y elaborar ésto de ser madre y otra vez, no hace mucho, la otra vino a ocupar el lugar de hija.

El trabajo fotografico que resultó de esta experiencia es un juego de imágenes sumamente subexpuestas, en donde la oscuridad confabula para borrar las diferencias entre una y otra, para crear tal ambiguedad, que uno dude de si lo que tiene ante sus ojos es una niña o una muñeca.
Las fotos son la materialización de mis pensamientos, de mis dudas. Son la puesta en imágen de lo real y de lo imaginario que tenemos todos, y que en experiencias tan importantes como ser padres se hacen muy intensas.

Mi hija y mi muñeca

jueves, 11 de septiembre de 2008

martes, 8 de julio de 2008

Hora del té de muñecas

Una tarde, las muñecas decidieron reunirse para tomar el té.
El salón estaba preparado.
El té y la torta también.
Una de ellas llegó primero y esperó, al rato llegó la otra.
Conversaron largo rato, dándose ánimo de que este mundo de fantasía no era tan malo, al fin y al cabo, gracias a eso les habían dado una vida, obteniendo por ello uno de los privilegios más importantes: saborear por primera vez un dulce biscochuelo.
Por todo esto, las muñecas llevaban a cabo el triunfo mas grande de la historia de "té con muñecos", que cientos de niños desde siempre jugaban.
Esta vez se hizo realidad la imaginación.

jueves, 3 de julio de 2008

De paseo las tres

Al cumplir una año mi hija, se cumplió un ciclo. Le regalaron una muñeca.
Sin quererlo, pero tambien sin oponerme, llegó a casa la muñeca.
Así que somos cuatro! Dos mujeres y dos muñecas.

Un día se me ocurrió que podíamos ir de paseo juntas.
Yo llevaría a mi hija en su cochecito y ella a su muñeca en el suyo. No fué fácil salir por primera vez, mi hija quería chupar el cochecito de la muñeca y ésta se caía a cada rato, pero finalmente lo logramos.

Aquí dejo una imágen de aquel paseo.