martes, 8 de julio de 2008

Hora del té de muñecas

Una tarde, las muñecas decidieron reunirse para tomar el té.
El salón estaba preparado.
El té y la torta también.
Una de ellas llegó primero y esperó, al rato llegó la otra.
Conversaron largo rato, dándose ánimo de que este mundo de fantasía no era tan malo, al fin y al cabo, gracias a eso les habían dado una vida, obteniendo por ello uno de los privilegios más importantes: saborear por primera vez un dulce biscochuelo.
Por todo esto, las muñecas llevaban a cabo el triunfo mas grande de la historia de "té con muñecos", que cientos de niños desde siempre jugaban.
Esta vez se hizo realidad la imaginación.

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